miércoles, 10 de junio de 2020

MEMORIAS DE UN AMANTE SARNOSO





Memorias de un amante sarnoso
Groucho Marx


     Cuando nos ponemos estupendos y hablamos de "alta literatura" parece como si tuviésemos que fruncir el ceño, entreabrir la boca y hacer cositas con la mano, mientras fumamos una pipa. Pero, en muchas ocasiones, la literatura de calidad no es un cúmulo de complejidades, de ideas hiperdesarrolladas, cargadas de un léxico barroco y experimentado y sostenidas por una estructura largamente pensada y brillantemente ejecutada. El lenguaje permite la naturalidad, la expresión de la mofa, el sarcasmo, la ironía, el doble sentido y el juego de palabras.
     Marx, el gracioso no el filósofo, es, además de un estupendo humorista, cineasta y actor, un estupendo escritor, que transforma su vida y sus recuerdos en una película maravillosa, parodiada por pequeñas escenas donde los personajes, que deben ser personas reales transformadas por el dibujo de su mente creativa, interaccionan en diálogos imposibles. Leer a Groucho es como leer a los grandes dramaturgos de la antigua Grecia, como ver una farsa o una atelana, asistir a una astracanada o a un monólogo de humor. Y todo esto con el lenguaje ágil, la palabra bailarina que se desliza entre cuadro y cuadro, como si la vida circulase a una velocidad imparable.
     Es una experiencia gratificante y, lo más interesante del caso, es un brillante ejemplo de virtud literaria no escondida. Porque Groucho no maquilla sus orígenes en el vodevil, ni su pasado como buscavidas de los escenarios. Tiene ese humor ácido de sus películas donde, con sus hermanos, reducían las creencias y los hábitos a escombros inservibles, valorando el instante y la acción, las personas y los deseos.
     Es una lectura, sin duda, distinta, de emociones, que me produjo, en su día, muchas carcajadas y que recuerdo con cariño. Sin embargo, la risa, repasada, es menos risa. Así que si te lanzas a leerla, presta atención, porque la segunda vez ya no será lo mismo, perdido el efecto de la sorpresa.
Un abrazo. 

1 comentario:

  1. ¡¡Me encanta el descubrimiento con este artículo de la palabra astracanada!!

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