sábado, 25 de abril de 2020

HIJO DE SATANÁS

Hijo De Satanás Compactos Anagrama de Charles Bukowski 24 nov 2014 ...


Hijo de Satanás
Charles Bukowski

     El malditismo es un tópico manido y desgastado. Sirve lo mismo para explicar a Rimbaud que a Flaubert; sirve para hablar de Kerouac o de la Beat Generation. Nadie discute lo que significa y todo el mundo da por válido algo que supone un sesgo intelectual importante. ¿Porque quién es el maldito? ¿Era maldito Jimmi Hendrix, porque muriera a los 27 víctima de su desbordante creatividad (también con las drogas), o era maldito Espronceda, porque decidiera que amaba tanto que le dolía hasta la extenuación?
     No parece que las etiquetas sirvan de mucho, en el fondo (mírate el Diccionario Prohibido), pero nos orientan, eso sí es verdad. Aunque ¿qué ocurre cuando estamos ante el caso de un maldito de pura sangre, con pedigrí? Que nos asombramos de verdad, que nos agota la presencia ardorosa y química del diablo, con ojos de niño atribulado. Sus palabras nos parecen atroces, pero esconden una ternura innegable, venenosa.
     Hay toda una generación de escritores norteamericanos que basan su realidad en el alcohol, la violencia, las drogas y el sexo. Pero ¿qué es eso sino la historia de la sociedad industrializada moderna? Henry Miller, de quien hablaremos otro día, es uno de ellos, pero también lo es Gore Vidal o Bukowski. Este autor, de origen polaco, tuvo una vida tan mediocre y gris que asusta, por lo cercana y reconocible. Su literatura es profunda, porque nace de su poesía, que es la auténtica etimología de su voz literaria y donde subyace el dolor de la experiencia. Es una literatura que engancha y que crea adicción. A mí me pasó. Me leía un libro por semana. En uno de mis anteriores trabajos tenía una librería enfrente y, como un ritual, compraba uno de estos cada semana, como el que acude a su camello a consumir la heroína del fin de semana. Me produjo tal efecto que, ahíto después de dos meses de incontables horas leyendo, lo dejé. Pero vuelvo a su regazo en cuanto me siento con fuerzas. Es incansable, agotador y vitalista, a la vez, te transmite tanta podredumbre y miseria como grandeza, en una combinación que nos reconcilia con lo orgánico que hay en nosotros, dentro de lo literal que el término abarca.
     No es agradable lo que cuenta, si no estamos preparados a aceptarlo con naturalidad, y resulta poco apropiado para alguien que no está vivido, o tal vez...para este lector es lo mejor: abrir la mente, descubrir lo descarnado de la palabra brutal, mal dicha en su absoluta intensidad. 
     Este artículo no es para recomendar a Bukowski, es para recordarme que amo lo que me hizo sentir y lo que cuenta, y que su literatura es un tesoro de vida. Hay que volver a los referentes de vez en cuando, como al origen del recuerdo.

Un abrazo.
     





2 comentarios:

  1. La verdad es que el título ya impacta y mucho. Me está tentando leerlo,...me está tentando engancharme a Bukowski

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  2. No te lo pienses más, pero ten cuidado, que te genera preguntas y puede que...te felicites de tus propias insatisfacciones. Es intenso, sucio y creativo. Genial. Ya me contarás. Disfrútalo a tope.

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