sábado, 5 de junio de 2021

MIGUEL STROGOFF

 



Miguel Strogoff
Julio Verne


    Entre mis diferentes lecturas, que vosotros seguís en este diario particular, y que yo voy actualizando en tiempo real, intercalo ciertas obras que me sirven de descanso intelectual. No quiero decir con esto que leer a Julio Verne sea solo un pasatiempo, de hecho no lo es, pero puedo viajar con la mente, obtener datos históricos, revivir historias y aventuras que me sirven de solaz y relajo. 
    Las novelas de Verne suelen adelantarse a su tiempo. Esto es un lugar común, que todo el mundo conoce, y ya no nos sorprende. Sin embargo, las peripecias del correo del zar no tienen que ver con este tipo de visionismo novelístico. Miguel Strogoff es una novela realista, o verista según se mire, que podría compararse con cualquier otra del nacionalismo ruso, o con Stendhal o Galdós. La diferencia estriba en la forma en que Verne trabaja la aventura, en cómo compone las diferentes teselas para establecer un puzle perfecto, que va avanzando hacia el final esperado. En estas obras la esperanza vence, y los obstáculos son superados por el personaje. Es una suerte de novela de caballerías donde el elemento amoroso queda ligeramente esbozado, también. 
    Así que no hay mucho que decir técnicamente, salvo que el detallismo, el gusto por la observación y la reconstrucción de los entornos suponen una reformulación de la realidad, un paralelismo, un traslado entre lo vívido y la ficción, muy bien torneado claro.
    Julio Verne sigue siendo un soplo de aire fresco. Me pasa con Emilio Salgari o con Robert Louis Stevenson. Son autores que, pase el tiempo que pase, se consolidan y están lejos de envejecer. Puede que los personajes sean idílicos, que los avatares parezcan increíbles, pero ¿no lo son más algunos de los personajes de Hollywood y, sin embargo, seguimos consumiendo este tipo de historias en el cine?
    El hombre está necesitado de héroes que superen el mal, de hombres que crean en los principios y los defiendan, de finales felices. La ficción es una manera romántica de superar el mal que nos rodea. En algunas épocas, los autores se han dedicado a destapar la miseria humana. En otras, han construido un mundo idealizado donde esas miserias son arrinconadas. Se puede ver como una manera de generar ilusión, que es la que, al final, soluciona los verdaderos problemas.
    Lo que Julio Verne hace no está muy lejos de lo que hacen los cómics, el cine, el teatro o la música. La evasión mental es una terapia, una catarsis. Puede que el epos de las civilización griega no haya desaparecido del todo y que, en el fondo, la civilización necesite colocar en el pedestal a sus héroes, que son los únicos que ya sostienen las ideas de verdad y justicia.
Un abrazo.

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