miércoles, 15 de julio de 2020

LEYENDAS DE GUATEMALA

LEYENDAS DE GUATEMALA - MIGUEL ANGEL ASTURIAS | eBay

Leyendas de Guatemala
Miguel Ángel Asturias


     La inocencia del mito, lejos de ser infantil, parece provocadora, subversiva. El conocimiento del Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas, condicionó buena parte del conocimiento antropológico de Miguel Ángel Asturias, que se pasea por los seres originales de la existencia como si hubiera convivido con ellos, en un tiempo onírico tal vez. 
     Estas leyendas, breves como un chispazo, alternan la creatividad de los pueblos de la tierra con el arte, la artesanía, el folclore de la naturaleza, los cantos, las pieles de los animales, las voces, los sonidos y el alma de los ríos, el paisaje. Como si formásemos parte de todo ello, nos paseamos por intrincados laberintos del alma, donde los seres no son como los imaginamos, o como el estereotipo lo retiene en nuestra mente, sino que abarcan el ámbito de la imaginación. 
     La madre Tierra alberga las luchas, los enconos, los sueños de los seres, que conviven como en una lucha constante, que aman y que bregan con los otros seres: los silenciosos. Frutas, árboles, pájaros, cielo, componen la sinfonía de la cúpula celeste. 
     Asturias, como en Hombres de maíz, establece una línea de lenguaje barroco, de gran equilibrio entre los modismos americanos y la norma culta española. Su forma de estratificar los diálogos, las componendas de la tradición maya y el virtuosismo de los personajes descritos, conforma un árbol de genealogías paralelas, pero unidas por el tronco de la vida. Supone una forma de engrasar nuestra oxidada conciencia de hombres y mujeres de la era urbana. Los libros de este tipo nos retrotraen a los tiempos del primitivismo animal, del que procedemos pero que hemos olvidado, cargado de momentos en los que la inseguridad o la duda albergaba en nuestro corazón. Tiempos en los que amamos a quien no debíamos, odiamos con intensidad, luchamos con las manos o actuamos como impelidos por una pasión, y no por una razón.
     Son leyendas porque reflejan un mundo que no es, pero que cabe en nuestra imaginación más cercana. Porque cada lector puede identificar sentimientos íntimos en esos seres, en las relaciones que los conforman, y en las imágenes que, alguna vez, hemos visto en otro lugar y en otros congéneres. Pero también son leyendas porque deben ser leídas, como mensajes inacabables que irán transitando de generación en generación y que algún sabio, como Asturias, recuperará para que su ciclo continúe girando. La creación del universo encerrada en escenas de la cotidianidad; algo que valdrá, también, para la era del viaje espacial. Inimitable Asturias.
Un abrazo. 

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