miércoles, 3 de junio de 2020

LAS AVENTURAS DEL BUEN SOLDADO SVEJK





Las aventuras del buen soldado Svejk
Jaroslav Hasek


     Paseando por el casco viejo de Praga puedes encontrar numerosas tabernas y bazares que están encabezados por caricaturas que representan a Svejk. Este personaje es algo parecido a nuestro Sancho Panza y, de hecho, Hasek construye una novela que, desde muchos puntos de vista, bebe de la herencia cervantina, pero contextualizándola en el ambiente de finales del siglo XIX y principios del XX en su país. Los checos tienen su propio Quijote y, de alguna manera, también resume las muchas contradicciones del ser humano: el dolor y la muerte, y la risa que lo inunda todo. Es la historia de un hombre absurdo, irritante a más no poder, que, en su irracionalidad aparente, transforma la lógica del mundo en un chiste. El imperio austrohúngaro, la despersonalización de los habitantes de la antigua Checoslovaquia, que vivió Kafka en primera persona, por ejemplo, y la sinrazón de la guerra, a la que individuos como Svejk se ven abocados sin razón, y sin que su opinión se tenga en cuenta. 
     No hay nada más moderno que la expresión del individuo frente a un mundo que lo esquina, que lo pasa por alto como si su propia vida no tuviese importancia. En un lenguaje hilarante, que llega al humor absurdo y que coloca a los personajes en situaciones completamente desternillantes, Svejk se ve envuelto en la tragedia de tener que vestir el uniforme y coger las armas. Pero él, que es un pacifista convencido porque también es un nihilista, en el fondo, lejos de enfrentarse al sistema, se introduce en él con alegría, desmontándolo con su lógica de pensamiento, que es la lógica de un loco, porque, en tal despropósito mundial, sus acciones parecen la de un hombre que ha perdido la razón.
Al igual que nuestro Quijote, por tanto, Svejk hace de la locura la mayor de las corduras posibles, poniendo al lector frente al espejo de su estúpido mundo y de su absurda historia, la que nos ha traído hasta aquí. 
     Bien que las condiciones contextuales son las de una parte de Europa que tiene sus peculiaridades, en esa parte de la historia en particular, bien que culturalmente puede haber diferencias, pero cualquier lector español se sentirá muy cómodo en esa personalidad contradictoria, en ese sentido del humor, en esa naturalidad.
     Es, sin duda, una de las grandes obras maestras de la literatura universal y, por demás, una obra muy sencilla y muy amena de leer, donde el lector encontrará ingredientes maravillosos que, en el mejor de los casos, le permitirán retomar a Cervantes, porque la conexión es, sencillamente, cósmica.
Un abrazo. 
     

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