Los Templarios
Jesús Mestre Godes
La historia de los Templarios está cargada de misterio y leyenda. Hay varios factores que favorecen esta cuestión: por un lado, la distancia que nos separa de su realidad, ya que los años van sedimentando las razones y dando lugar, a veces, a vaguedades e imprecisiones que no por atractivas son más ciertas; por otro lado, la propia idiosincrasia de esta orden religioso-militar es significativamente ambigua. Los Templarios se movieron en las más altas esferas de los estados, conspiraron junto a grandes líderes y atesoraron inmensas riquezas, lo que les valió influencia y poder pero, también, numerosos enemigos. Abanderaron la cristianización y la recuperación de las tierras santas, de manos de los infieles musulmanes, entre otros, y navegaron por el ancho mundo conocido (y se piensa que también por el desconocido) para dejar una huella indeleble de su paso.
Los Templarios se prestan, como vemos, a todo tipo de historias fantasiosas y ficticias que, con una pátina de realidad, siempre han interesado al gran público. Y es verdad que no todo está dicho con respecto a la orden, pero hemos de reconocer que existe un trabajo riguroso y apropiado que explica, detalladamente, los pormenores del nacimiento y desaparición de este grupo de soldados y estadistas. Jesús Mestre ha afrontado la labor de escribir un libro sobre los Templarios que no es un libro más. En mi opinión, se trata de una visión fuertemente objetivada por el método científico histórico y refrendada por los conocimientos que se tienen de la materia. En ningún momento, se nos ofrece una visión sesgada o específica, sino que se trata de ahondar en el contexto global, circundando todos aquellos acontecimientos simultáneos que explican la razón de ser del hecho histórico estudiado. Mestre Godes es un maestro componiendo los puzles y nos ofrece, lentamente, un conjunto de elementos que, bien hilados, explican y dan lógica a los supuestos misterios de este grupo humano.
Se hace eco, al final, también de las muchas especulaciones que corren alrededor de esta historia, intentando darle la mayor o menor credibilidad que puedan tener. En eso se comporta como un historiador honesto y generoso, que no desprecia, a primera vista, cualquier opinión que se salga de la norma o que resulte extravagante. Simplemente, la expone para que el lector saque sus propias conclusiones.
Hace tiempo que ya leí este volumen, y lo he recuperado porque guardaba un buen recuerdo de su lectura. Aconsejo, de vez en cuando, algún ejemplar de historia como este, academicista y seria, que ayuda a la comprensión de nuestro mundo y que, además, nos ofrece un sustento intelectual de primer orden.
Un abrazo.