sábado, 15 de enero de 2022

ORWELL

 



Orwell
Pierre Christin


    Leer biografías es una actividad entre morbosa e introductoria. A veces, únicamente sirve para reafirmar lo que uno piensa sobre el autor-personaje. No creo que aporte nada más que una información "humana", podría decirse, en cuanto a que nos aproxima al lado emocional de las cosas, de la mente de la que surge el arte, la intelectualidad, la literatura. Las biografías pueden ser, también, espacios de discusión acerca de la obra misma, aprovechando la línea del tiempo asignada a una persona que, por mor de su ente creativo, se hace visible. ¿Por qué nos interesa la vida de los famosos o, como en este caso, de los autores? Porque queremos saber dónde está el secreto de sus disquisiciones, el motor de su creación, el punto de inflexión en un pensamiento individual que indaga sobre lo colectivo, que comunica y llega a miles de personas.
    Estudiar la vida de Orwell (nombre artístico) es más interesante a través de imágenes y, para ser sinceros, no descubre nada. Resulta un pasatiempo, eso sí, divertido y enriquecedor. Pero todo el mundo que lo haya leído, y sepa algún detalle de su peripecia vital, advierte de dónde proviene el sentido de su pensamiento, y el perfil político e ideológico que se refleja en obras tan importantes como 1984 o Rebelión en la granja. Como en el caso de Ernesto Guevara, Winston Churchill o Julio César, estos hombres fueron algo más que escritores: protagonizaron hechos y aventuras en los lugares más peligrosos, en los momentos cruciales de la historia de su tiempo. Y eso es lo que los hace especiales.
    Para quien no haya leído nunca a Orwell (ya es hora de empezar, por favor), esté o no en el bando de sus postulados ideológicos, este cómic recién estrenado puede ser un buen punto de arranque.
    Los que me siguen ya saben que los cómics son una de mis debilidades. Aunque este es producto de un regalo de Reyes de este año, un regalo que no esperaba y que yo no había ni sugerido. Sin embargo, en una sola tarde devoré la historia con absoluto placer. Primero, porque los dibujos me parecen muy acertados: sobrios pero cargados de matices y, segundo, porque el guion fluye solo, como una historieta, sin que el autor se detenga en divagaciones filosóficas de ningún tipo. Se deja al lector el protagonismo de la interpretación, como debe ser. Esa asepsia es especialmente importante para explicar la vida de este autor, que nunca anduvo en el término medio sino que se dirigía con una vehemencia implacable y, yo diría, impecable, según los acontecimientos iban marchando.
    De este modo, esta lectura puede resultar, no solo entretenida y refrescante, sino divulgativa e introductoria. Ideal para quien quiere empezar a leer a Orwell y recomendada a todo el mundo. Una edición, además, muy bonita.
Un abrazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MIENTRAS AGONIZO

  Mientras agonizo William Faulkner          Cada vez que encuentro una obra de Faulkner en cualquier tienda de segunda mano, mercadillo, o...